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sábado, 29 de septiembre de 2012

La cuerda tan tensa se rompe

Sábado, 29 de Septiembre, 2012

Como era de esperar, al menos yo contaba con ello, en alguno de los artículos en los que he denunciado la falta de ética de la Ley de Violencia de Género, que no solo no protege a las verdaderas víctimas, si no que aumenta el negocio de todos aquellos profesionales que rodean a dicho entramado judicial utilizado con tanta facilidad como les reporta el apoyo de esta ley, he comprobado con estupor como uno de los casos comentados en ellos vuelve a salir en las páginas de la prensa señalado como culpable del asesinato de su abogada, la misma que le atendió en su proceso de separación. La consecuencia es terrible, ha muerto una mujer, una profesional del derecho precisamente por ejercer su oficio.
Quiero aclarar una vez más por si queda alguna duda, que no defiendo a la persona que maltrata sea hombre o mujer. Destaco que juzgar mediáticamente con campañas sociales de forma discriminada a un sexo como portador de un gen que le hace culpable y al otro como víctima, es tan inútil como injusto: inútil porque la lista de mujeres caídas no desaparece. Injusto porque se olvidan otros colectivos que sufren violencia como hombres maltratados, ancianos, niños y dependientes.
Si la violencia no tiene sexo o edad, el apellido de Género sobra y es el Estado llamado del Bienestar el responsable cuando, aún si admitiésemos que el número de mujeres maltratadas es superior a los demás colectivos, dedica sus esfuerzos y medios económicos (que costean incluso los presuntos culpables) ignorando las necesidades del resto . Me reitero en lo mismo que he dicho siempre, lo políticamente correcto no es lo más justo para nadie, incluso para aquellos profesionales del derecho o de la psicología que actúan con ética defendiendo a sus clientes, sin estar adheridos a ningún grupo social que obtiene ventajas de un partidismo.
No conviene olvidar que destacar la ausencia de sentido social que discrimina con cualquier ley, aunque sea en defensa de otro, resta credibilidad además de crear daños colaterales muy graves.
Contra el maltrato no se pueden poner paños tibios, pero maltrato social es en si mismo crear una separación entre géneros, olvidar que gracias a la mala gestión de las administraciones o al Código Penal y sus artículos, muchos delincuentes gozan de derecho a pernada legal a cargo del contribuyente.
Las víctimas de los asesinos de ETA tienen menos derechos que quienes les han convertido en ciudadanos obligados a no tenerlos frente a sus verdugos  y como ellos las víctimas de mal trato (sin sexo) siguen esperando que la efectividad de la administración no resida en señalar presuntos culpables y víctimas propiciatorias por sexo.
Mientras sigamos mediatizando a la sociedad la violencia saltará como la cuerda que se tensa demasiado, rompiéndose como en el caso protagonista de los comentarios absurdos contra mi artículo. Absurdos porque en  ningún caso he defendido a un delincuente probado la denuncia sufrida, como se hace en cualquier denuncia.
Me ratifico en lo que siempre he expuesto: dar facilidad para denunciar estigmatizando al denunciado y no tomar medidas contra el falso denunciante, me lleva a dudar del estado derecho.
Lamento, cómo no, la muerte de una persona dedicada al derecho pero espero que antes de señalar un culpable, se pruebe su culpa y en ese caso, se le juzgue con la contundencia necesaria, sin tener la humanidad que las leyes actuales permiten contra un  etarra condenado por múltiples asesinatos, solo porque tenga una enfermedad con sentencia de muerte, como la tienen personas con expediente judicial limpio.
El esperpento en el que estamos metidos los ciudadanos, nos lleva a leer lo que queremos, negándonos a meditar sobre la realidad que para mi seguirá siendo lo injusto de una ley de la que se aprovechan personas a las que la verdad ocupa un escalón inferior a lo que interesa. Con este principio seguirán pagando justos por pecadores, como en el caso de la abogada encontrada en el maletero de su coche en llamas.
Está claro que ni están todos los que son, ni son todos los que están y mientras , el divorcio en España siga produciendo víctimas que no votan y a los hijos de ese matrimonio se les prive del derecho a disfrutar de ambos progenitores, estamos creando cuerdas tensas, personas sin escrúpulos y menores que sin haber hecho nada son castigados.

En esta confusión social mediatizada por intereses espurios existe, como siempre el poder que da el dinero ganado sin el sudor de la frente, mediante ingeniería social y para apoyar el argumento de la necesidad de una persecución por sexo, copia de la que las mujeres han sufrido en épocas anteriores y superada con esfuerzo y reivindicaciones justas, sirve cualquier asesinato de mujer.
Seguimos pagando justos por pecadores, porque ni todo hombre es un enemigo público, ni toda mujer está libre de pecado. El negocio es el negocio y se cuida con celo porque de ello depende la supervivencia de muchos puestos adquiridos sin méritos que lo justifiquen por el método del corporativismo.
Deberíamos apelar a la misma humanidad que nos lleva a perdonar a un asesino que no muestra arrepentimiento y se jacta desde la cárcel como si su vida hubiese sido un ejemplo a seguir, cuando se denuncia para obtener la custodia de unos menores y una pensión para mantenerlos.
Deberíamos reconocer que el victimismo no educa a la mujer para utilizar reclamando los derechos que la Constitución nos reconoce, es mucho más sencillo manipular a personas mediatizadas, que a personas conocedoras de sus derechos y responsabilidades.
Tengo que lamentar, como en cualquier ocasión la muerte de una persona, pero seguiré manifestando ni rotunda oposición a una ley que por ahora y desde el 2004 no solo no ha terminado con esa violencia, por el contrario a sumado a ella la violencia que sufren los colectivos ignorados, los hombres inocentes y cuyo coste en dinero público es en muchos casos, refugio de profesionales cuyo puesto de trabajo depende de que se mantenga, en detrimento de la honestidad de otros muchos que ejercen su profesión sin financiación pública y con la ética a la que les obliga la profesión a la que han dedicado tiempo, formación y esfuerzo.
Por supuesto no eludo las críticas guiadas por una lectura de lo que escribo con opinión preconcebida, por ello dejo el enlace del artículo protagonista de este otro, en el que en ninguna de sus líneas defiendo el maltrato. Para gustos los colores, por tanto espero opiniones condenando mis palabras como si yo fuese el brazo ejecutor de un asesinato; a pesar de ello sigo manifestando lo mismo, porque entre aquellos que quieran leer, espero sentido común.
Y ésta, según el medio que lo publica, es la historia de ese policía exculpado en primera sentencia y acusado del asesinato de su abogada: ahora Miguel Folgoso ha sido detenido como presunto asesino de su abogada que se negó a atenderle cuando él propuso una denuncia a su ex mujer, según parece falsa. Deduzco si esto se prueba, que el mal ejemplo cunde y que la violencia genera violencia.
La verdadera libertad reside en una sociedad librepensadora y formada, enseñar a pescar es más productivo que regalar el pescado y menos cuando este se obtiene de aguas cenagosas.
Cada día me llegan casos que demuestran lo de a río revuelto, ganancia de pescadores. Hoy me ha llegado éste y yo lo publico motivada por la misma razón de siempre, que no me impide conocer que cualquier inocente, podemos convertirnos en culpable cuando la justicia no es independiente del poder político de turno. Las costumbres sociales tardan en implantarse, para suprimirlas el tiempo es mayor y el tiempo obra en contra de la justicia social. Éste es un caso más que demuestra el esperpento judicial en el que estamos sumergidos.
La primera denuncia de violencia fue el 16 de diciembre, se celebró el juicio el 17 y la sentencia de absolución se conoció el día 28 de diciembre. Desde entonces han pasado por el juzgado para la separación y ahora en septiembre para una modificación que había pedido él por lo menos la custodia compartida. El resultado ha sido que sigue la madre con la custodia exclusivamente y le han aumentado la pensión.
Después de celebrarse el juicio, se ha llevado el niño a un instituto de Illescas, porque ella se ha mudado de domicilio, por supuesto, sin decirle nada al padre. La denuncia la ha basado en que el día 13 de septiembre la ha amenazado de muerte. El día 13, estaba el padre esperando a la madre y al hijo para la presentación en el instituto en Móstoles y al no presentarse, el colegio llama a la madre y ella les dice que estaba ingresada y que por eso no podía ir.
Por la tarde la madre se presenta con el niño (tiene 11 años) a la casa de la abuela, donde vive el padre, y deja al niño porque le correspondía al padre por el régimen de estancia. El niño le dice al padre que ha estado en otro instituto, en Illescas, donde le va a llevar su madre.
Después, delante de todos los clientes del bar que regenta FJ, en Móstoles, el hermano de la madre de su hijo, a voz en grito, desde la calle, le insulta y le dice que le tiene que matar. F J ha denunciado la aptitud y las amenazas del que un día fue su cuñado ante la policía de Móstoles.
Mientras dormía la siesta, a la espera de que la madre entregara al niño, llegaron cuatro policías, le han detenido y se le han llevado a la comisaría de Móstoles, para asar a continuación a disposición judicial a primera hora, con abogado de oficio. Ha estado llamando a su abogado, el mismo que le ha llevado la separación y la modificación de medidas, pero no ha podido hablar con él, parece ser, que el abogado está inmerso en su propia separación, muy tortuosa y problemática con la madre de su hijo.
Su hijo, mediatizado por la madre, declara lo que se le dice y cuando comprueba la falsedad de lo que se le ha contado escribe esta carta a su padre, de la que tengo copia en mi poder aunque por respeto al menor transcribo solo el texto:
“Papa yo no quería mentir, pero me obligaron yo no sabía que mamá me mentía, y cuando me dijiste lo que me dijiste me destrozaste y estos días por la noche cuando nadie me veía, lloraba en silencio por ti.
Adiós papa, yo siempre te he querido.”
Termino lamentando una vez más el asesinato de cualquier persona, en este caso una profesional del derecho, que no por ser mujer u hombre tiene diferente repulsa por mi parte, simplemente es una aberración merecedora de condena y que muy a mi pesar, muestra que la cuerda demasiado tensa se rompe dejando caer tanto a inocentes como culpables.
http://www.eldigitaldemadrid.es/articulo_c/general/3191/la-cuerda-tan-tensa-se-rompe

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