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lunes, 28 de febrero de 2011

Envenenadora y víctima vendieron objetos de la casa para sobrevivir

Sus conocidos dudan incluso de que entre ambos hubiera una relación sentimental.La opulenta vivienda, propiedad de un tío del fallecido, contenía piezas de cierto valor.
«Hay leyendas de mujeres valencianas muy perversas; de envenenadoras que usaban contra sus maridos el gotot, una infusión de baladre» (enlace)
28/02/2011 BARTOMEU ROIG / V. E
A pesar de que Federico Gil Rivera Pérez y su presunta envenenadora y homicida, Manuela M. A., vivían en un amplio chalet en la urbanización Las Atalayas, su realidad socioeconómica parece que no se correspondía con este opulento inmueble. Ambos residían en esta vivienda, en la avenida de Inglaterra, porque Federico “heredó la casa o la tenía en usufructo”, tras la muerte de un tío suyo con el que convivió.
Según pudo saber Mediterráneo, esta persona con la que vivió Federico antes de hacerlo con Manuela “era un hombre que poseía objetos de valor, que ambos habían estado vendiendo en los últimos tiempos para poder subsistir”, relató un conocido del envenenado y su supuesta homicida. Al parecer, esta práctica se había convertido en el modus vivendi de ambos. Estos objetos serían lámparas, mobiliario y demás objetos del chalet. Hay que recordar que el último trabajo conocido fue el de vigilante de la zona azul (ORA) que durante los meses de verano se pone en marcha en las calles de Peñíscola.
Este envenenamiento, propio de un telefilme; con una mujer que “habría suministrado, presuntamente, pequeñas dosis de una sustancia tóxica en la bebida” de Federico, según la Guardia Civil, conmocionó a Peñíscola. La muerte de Federico, el pasado 16 de febrero, pasó desapercibida, al carecer de familia en Peñíscola y no estar muy integrado.
Tras su detención, el pasado 21, Manuela M. A., permanece ingresada en prisión, como presunta autora de un delito de homicidio (la Guardia Civil encontró pruebas que la incriminarían). Además, se la detuvo por varios delitos contra el patrimonio y usurpación del estado civil. Al parecer, se hacía pasar por la mujer de Federico, sin que estuviera realmente casada con él. De hecho, varios conocidos dudan incluso de que entre ambos existiera una relación sentimental.
http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=640273

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