Reunión de los lunes

Nos reunimos todos los lunes a las 20,30 horas en la C/Vinaroz nº31, entrada por C/Pradillo, MADRID ¡TE ESPERAMOS!

martes, 28 de diciembre de 2010

¿Se columpia monseñor Reig o dice la verdad?

Martes, 28 de Diciembre, 2010
Ayer, Juan Antonio Reig Pla, acompañado de María Rosa de la Cierva y Pedro Besari, convocó una rueda de prensa, para presentar la Misa de la Familia del día 2 de enero en Madrid. Y el obispo de Alcalá, presidente también de la subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia episcopal, acostumbrado a no morderse la lengua, dijo, entre otras cosas que "los matrimonios católicos son menos dados a la violencia de género que las parejas de hecho". Y hoy, como era de esperar, sale en todos los medios de comunicación. Con titulares muy parecidos a su frase textual. Y con reacciones indignadas de colectivos feministas y del propio partido socialista, que le piden que rectifique de inmediato su tajante afirmación.
Algunos de esos titulares rezan así: "La Iglesia sostiene que hay menos maltrato en el matrimonio católico" (El Periódico de Catalunya). "Los obispos sostienen que hay menos violencia en los matrimonios por la Iglesia" (La Nueva España). "La Iglesia vincula el maltrato a las parejas de hecho" (Publico). "Los obispos dicen que hay más maltrato fuera de la familia clásica" (El País). "La CEE vincula la violencia de género a la perdida de la familia tradicional" (ABC). "¿Maltratan más las parejas de hecho que las familias tradicionales?" (Diario de Alcalá). Por citar sólo algunos medios de comunicación.
Está claro, en primer lugar, que monseñor Reig consiguió el objetivo de hacerse presente en los medios. Algo nada fácil y que pocos obispos consiguen. Romper el techo de cristal del silencio de los medios (especialmente de los escritos) es una asignatura pendiente del episcopado. Cuando algún obispo la aprueba, como es el caso, los periodistas de los medios católicos nos alegramos.
Lo que me pregunto es si monseñor Reig lo hizo a sabiendas, con premetidación y después de haber pensado y sopesado los titulares. O si, como suele ser habitual en muchos prelados, improvisó sobre la marcha. ¿Se le calentó la boca al obispo o traía la frase (y por consiguiente el titular) pensado? ¿Consultó éste y otros titulares con algún experto de su diócesis o de la archidiócesis de Madrid?
Me temó que al bueno del obispo Reig, con ganas de balón desde que aterrizó en la pequeña diócesis de Alcalá procedente de otra de mayor rango, como Murcia, se le fue la mano y no calculó las consecuencias de su afirmación. Porque, en caso contrario, la hubiese probado.
Un obispo no puede hacer afirmaciones de este calado sin aportar, acto seguido, todo tipo de pruebas y datos. De fuentes de toda solvencia, como es lógico. No se pueden hacer afirmaciones de esta contundencia en el aire. Porque, en una sociedad metiática como la nuestra, ese tipo de afirmaciones se vuelve como un bumerang contra el que las pronuncia.
Y, de paso, como es el caso, afecta a todo el colectivo de la jerarquía episcopal y, lo que es peor, a la institución. Y ya está precisamente la imagen de la Iglesia por los suelos (la penúltima em credibilidad y confianza social, junto a los políticos), como para embarrarla un poco más.
Y si, en la rueda de prensa, se le olvidó dar los datos para sustentar su afirmación, monseñor Reig tiene que salir de inmediato (con un comunicado o con una nueva rueda de prensa) a hacerlos públicos.
Y si no los tiene (los que se están publicando apuntan, precisamente, en dirección contraria a lo que sostuvo el prelado), monseñor Reig tendría que publicar un comunicado o convocar una rueda de prensa para pedir perdón por su falta de rigor y seriedad. Y rectificar de inmediato. Con todas las consecuencias: sociales y religiosas.
Pero, conociendo el percal episcopal (tanto de Reig como de sus compañeros mártires), estoy seguro de que no hará nada de eso. Y, una vez más, el descrédito se acumulará sobre la institución, aumentando la idea ya muy sedimentada en la sociedad española de que la Iglesia católica (o mejor dicho, su jerarquía) ha perdido el tren de la modernidad y quiere seguir haciendo comulgar con ruedas de molino a una opinión pública y publicada cada vez mejor informada.
Aunque, también es cierto, que si en algún obispo se puede esperar un gesto de este tipo, ése sería monseñor Reig. Un prelado bragado, con experiencia y que ya no tiene nada que perder (porque ya lo perdió a manos de José Luis Mendoza, el patrono de la UCAM de Murcia, que le ganó el pulso que le echó el obispo y consiguió defenestrarlo a Alcalá de Henares).
Muy conservador, pero franco, sencillo, cordial e inteligente, monseñor Reig es de los pocos obispos españoles capaz de salir a la palestra y pedir perdón, si tiene que hacerlo. O datos o perdón, monseñor. Y hoy mismo. El tiempo corre en su contra. Y, como sabe, la informción hoy ya no se cuenta en días, sino en horas. Un paso al frente para aportar los datos o para rectificar le honraría. A usted y, sobre todo, a la Iglesia católica. ¡Hágalo por ella!
José Manuel Vidal
http://blogs.periodistadigital.com/religion.php/2010/12/28/ise-columpia-monsenor-reig-o-dice-la-ver

No hay comentarios: