Como bien señala la autora del artículo fuente "guardiana", es como queda la madre respecto de la responsabilidad de los menores frente al padre tras la separación. De los hijos y de la vivienda familiar, de ambos, pues con la atribución de la guarda y custodia de los menores, aparte de conllevar una pensión de alimentos (que en ocasiones en más bien un sueldo para la mantener los caprichos de la madre), la madre ocupa la vivienda, y eso sí, el padre aún en la calle, sigue pagando esa vivienda y en muchos casos es incluso propiedad exclusiva de él, o ya llegando a extremos, incluso de los abuelos paternos. Unas consecuencias que provocan críticas contra quienes solicitan la custodia compartida, y contra quienes se niegan a acordar la custodia compartida, pero la realidad es que a día de hoy en un 90% de casos es la madre quien de forma automática se queda con la custodia de los menores, y sí que desde este espacio afirmamos, que el día que se elimine la pensión de alimentos, como sueldo, y el uso de la vivienda familiar, serán quienes se oponen a que los hijos puedan también ser cuidados y atendidos por el otro progenitor, quienes inunden el juzgado de demandas de custodia compartida, y presenten incluso recursos de apelación, si los jueces deniegan dicha custodia compartida.
Sofía Maraña, de Suárez y Maraña abogadas, cita la edad de los menores como un obstáculo a la hora de establecer la custodia compartida. Esta letrada participó en el II Congreso sobre Alienación Parental y Custodia Compartida, en el año 2010, y convendría ahora, respecto a sus declaraciones citar la reciente sentencia STS 753/2015, en donde el Supremo no solo aclara a la Audiencia Provincial de Pontevedra que la edad de los menores no es un obstáculo para no dictar la custodia compartida, sino que además, el no acordar el régimen compartida, iría en detrimento del interés del menor (respecto de los efectos malignos que la manipulación parental causa en la relación de los hijos con el progenitor no custodio). Se está abriendo la gran barrera machista de jueces y magistrados que como norma estándar en los procesos de separación declaran al menor en desamparo paterno convirtiendo al padre en un visitante (#VisitasNoGracias). pero a un alto precio, pues obligan al padre a disponer de recursos económicos y paciencia, hasta llegar al Supremo, mientras ve cómo sus hijos se crían huérfanos de padre vivo.
Por otro lado, si cabe aclarar, que quién establece doctrina y jurisprudencia, es el Supremo, y no las Audiencias Provinciales, como afirmaba Sofía en un artículo que contó con su opinión. Sofía parece defender la posición de la corta edad de los menores a la hora de permitir o no, que sean cuidados también por el padre, pero es que se apoya en argumentos que ya fueron derogados en el Código Civil en el año 1995, en donde se consideraba la edad de 6 ó 7 años del menor, como límite para permitir que éstos pudieran pernoctar con el padre (interesante artículo de José Luis Sariego), y en la sentencia citada en el párrafo anterior ya aclara el Supremo dicha cuestión, pero puesto que alude a estudios psicológicos que defienden dicha postura, sí existen por contra, tanto sentencias, como prestigiosos profesionales de la psicología que explican los efectos de la edad de los menores en esta aspecto. También la autora de este artículo fuente se ha posicionado en varias ocasiones respecto a que los menores hasta una cierta edad deben ser cuidados por la madre, y para ésto desde luego, nos parece más que visible la respuesta de una mamá a Mónica Pont en un debate, en el cual le explicó que había una cosa que se llamaba "biberones" (sobre el minuto 29 del vídeo)
Eva Montero, abogada de Montero y Navajas, manifiesta que se ha producido un cambio de mentalidad en los padres, y que ahora quieren pasar con los hijos tanto tiempo como las madres, y no es así, ni mucho menos. Quien debe cambiar de mentalidad, y romper la línea machista que inspiró el desarrollo el actual Código Civil español en la sociedad del siglo XIX, son precisamente los políticos. Por parte del feminismo, cuya representación es ostentada, es su gran mayoría por todos los partidos políticos de peso en la actualidad, se mantienen vigentes valores de la sociedad del momento de la creación del Código Civil, y parece mentira que precisamente sean quienes son acusados de representar el patriarcado por el feminismo, quienes tengan, incluso que llamar la atención a los políticos por el atraso que la legislación mantiene respecto del derecho e interés de los menores en sus normas.
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