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martes, 25 de febrero de 2014

Malos tratos y amenazas

Martes, 25 de Febrero, 2014
Fermín Gil Alonso
Hoy quiero defender a un montón de padres (en masculino), que sufren las frivolidades de una Ley que, de forma indiscriminada y discriminativa, condena de antemano al buen padre
Pancarta exhibida en una manifestación a favor de la custodia compartida, en 2010
Vaya por delante mi asco y desprecio hacia todos y cada uno de los maltratadores, y mi desprecio y lástima hacia los amenazadores. Que quede esto muy claro. Tengo razones éticas y de valores para ello y -desgraciadamente- experiencias familiares a una edad donde era muy difícil de comprender semejante monstruosidad… ¡que quede esto muy claro!
Pero dicho lo anterior -mucha gente lo ha expresado ya mejor y más documentadamente con anterioridad-, hoy voy a hacer -“un poco”- de abogado del diablo. Hoy quiero “defender” a una parte débil -indefensa también por minoritaria-, pero que existe y sufre. Con un solo caso sería suficiente pero desgraciadamente son muchos más.
Hoy quiero defender a un montón de padres -en masculino, me refiero al varón-, que sufren las frivolidades de una Ley que, de forma indiscriminada y discriminativa, “condena de antemano” al buen padre -¡los otros que se jodan!-, ante el egoísmo, la voracidad y el resentimiento de unas sujetas -“llamadas madres porque han parido”-, que instrumentalizan a sus hijos, los utilizan enfrentándoles a sus padres, -en un evidente uso de la alienación parental, que tanto les cuesta a los jueces reconocer- para obtener beneficio económico o satisfacción vengativa, anteponiendo intereses a sentimientos y privando a ese hijo/a de un buen padre y a un buen padre de ese hijo/a. Envenenando una relación natural y necesaria para ambos.
Hoy quiero defender a esos -me gustaría que fueran pocos, pero me temo que ya son muchos- buenos padres convertidos en extraños para sus hijos/as y en “cajeros automáticos” que cumplen escrupulosamente con la parte de la sentencia de divorcio que “les obliga”, pero que no les reconoce sus derechos. Y lo que es más grave aún, de los derechos de esos niños/as que crecerán con un gran déficit afectivo y, en muchos casos, con un gran trauma de por vida.
Es muy duro que un buen hombre, que cumple con todas sus obligaciones, sea desprovisto de lo que más quiere, por una interesada -desprovista de sentimientos- desaprensiva, solo y únicamente porque ella ha parido y cuenta con una Ley de discriminación positiva -dudosamente constitucional- y por la cobardía e interés político de unos sujetos enredados en cómo conseguir más escaños al precio que sea. Sin importarles los valores ni los principios (ni el niño/a).
Existen ya declaraciones de jueces -recuerdo una de una juez de Cataluña- que empiezan a denunciar estos atropellos. El padre sufre -aún cumpliendo con todas sus obligaciones- de ser culpable a priori. Él tiene que demostrar su idoneidad, su inocencia -la carga de la prueba-, mientras que a ella le es suficiente con su “puesta en escena”. No sirve para nada que la desaprensiva madre haya acusado al padre del niño/a de malos tratos y amenazas y éste haya sido absuelto.
No sirve que le haya denunciado de todo -menos de la muerte de Kennedy- y unas denuncias hayan sido “archivadas, desestimadas”, otras las haya retirado posteriormente ante la avalancha de pruebas en contrario -entre otras por denunciarle por decir que era “cornudo” y probarlo el sufrido padre con abundancia de pruebas-, y tampoco sirve que, ante tanto incumplimiento del Régimen de Visitas, el padre ponga denuncias, gane todos los juicios y los recursos con sentencias condenatorias a “esa madre”, pero paga la sanción y no hay forma -ante los reiterados incumplimientos- que se la juzgue por delito. Todo se queda en juicios de faltas, uno tras otro. No sirve de nada. Se parte en cada juicio por “incumplimiento del Régimen de Visitas”, doloso por parte de la madre, como si no hubiese antecedentes… ¡qué pena! Empieza a ser temerario en este país -por parte del varón- casarse y creer en un proyecto familiar. Si sale bien… ¡enhorabuena!, pero como la tipa te salga rana… ufff, ¡prepárate macho, no sabes lo que te espera!
Este es el panorama actual de la justicia de este país en estos tiempos. Y me preocupa. Me preocupa porque tras largos años de ninguneo infame hacia la mujer y asqueroso machismo -la mujer no tenía ningún derecho-pasamos a lo contrario (nos falta equilibrio; punto medio).
Me preocupa porque tengo madre, hermana, amigas maravillosas y -sobre todo- porque tengo una hija. No quisiera -por nada del mundo- que en este país “pendular”, después de esta experiencia, nos vayamos al punto contrario -al anterior-… ¡tampoco es eso! ¡Sería otra vez horrible!
Nota: nadie se merece ser pisoteado en sus derechos por su género… ¡nadie! Pero dicho lo anterior, y siendo relativamente injusto, al menos, de sufrirlo alguien -discriminación en este tema por ser varón- que lo sea el hijo varón de una de estas desaprensivas (todos sabemos de los daños colaterales y el sufrimiento del resto de la familia extensa del niño/a, y, de darse el caso, mejor que lo sufra la desaprensiva madre con su varón hijo, que otra madre que no utilizó “las malas artes”). Paradojas del destino, este artículo se escribe el día de San Valentín… ¡qué ironía!

Enlaces:
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- “Padre es un concepto más completo que el de visitar a un hijo” 
- Condenan a una madre a pagar 300 euros por impedir a su exmarido ver a sus hijos
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http://cronicalaroda.es/2014/02/25/malos-tratos-y-amenazas/

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