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viernes, 29 de marzo de 2013

Un hombre asesinado, un marido prófugo y una mujer en la mira por sus mensajes de texto

Viernes, 29 de Marzo, 2013
ARGENTINA
Alejandro Iglesias, la vícitima, Liliana y su marido, Claudio Barroso, el principal sospechoso del crimen.
La víctima y la esposa del sospechoso tuvieron una relación casual. Ella le mandaba SMS pidiéndole volver. El no quería saber nada, y hasta le había dado trabajo al marido. Pidieron su detención.
Todo comenzó con un “touch and go”. Después, aparecieron los celos en escena y la historia se fue complicando hasta que en la madrugada del jueves sobrevino la tragedia. Un hombre asesinado, un marido prófugo y una mujer, su mujer, en la mira de la Justicia por los SMS que le mandó a la víctima.
Para los investigadores, el crimen de Alejandro Iglesias, el concesionario del buffet del predio de Villa Domínico del club Independiente que fue acribillado de dos balazos en la puerta de su casa de Remedios de Escalada, está prácticamente esclarecido. Sólo falta que el presunto homicida sea detenido.
Para ello, la Justicia hizo su parte: la fiscal de la UFI 6 de Lomas de Zamora, Andrea Nicoletti, solicitó al juzgado de Garantías la detención del único y principal sospechoso: Claudio Barroso. Mientras los amigos y familiares del empresario muerto crearon un perfil de Facebook (Justicia por Alejandro) en el que lo escrachan con foto, nombre y apellido.
Según pudo reconstruir Clarín, el empresario asesinado y sus socios organizaban desde hacía 15 años fiestas de baile Americano todos los miércoles en Mi Club, un legendario boliche de Banfield. Allí, hace al menos dos años Iglesias conoció a Liliana, la mujer de Barroso.
Liliana decía que estaba separada y con Alejandro tuvieron un ‘touch and go’, nada más. Al tiempo, él se puso a salir con otra chica, una tal Lorena, pero se enteró que el ex era conflictivo y celoso, y también terminó esa historia porque decía que no quería problemas”, explican desde el entorno de Iglesias, que tenía 43 años, estaba separado y tenía tres hijos.
Y agregan: “El tema es que, hará unos ocho meses, Liliana lo vio con la otra chica, se puso celosa y le empezó a pedir a Alejandro de retomar la relación pero él no quería saber nada. Y, de un día para el otro, ella apareció en el boliche con el marido”.
Ahí Iglesias conoció a Barroso. “En las fiestas de baile Americano se organizó un torneo y como el marido de Liliana era instructor de baile, lo contrataron para que diera clases. Mientras, ella le seguía insistiendo a Alejandro para volver”, cuentan amigos de la víctima, y especulan con que “ella le vendía la versión cambiada al marido”, que era Iglesias el que “la cargoseaba y el tipo se maquinaba que todavía pasaba algo entre ellos”.
La noche del crimen, Iglesias se fue de Mi Club rumbo a su casa en Remedios de Escalada, Lanús. “Barroso salió detrás de él. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad del boliche y de las municipalidades de Lomas (de Zamora) y Lanús. Se ve cómo lo siguió con la Fiorino Blanca a una cuadra de distancia y cómo volvió a buscar a Mi Club a Liliana, alrededor de las dos de la madrugada”, relatan.
Una hora antes, había sonado el timbre en Lavalleja al 3300 de Remedios de Escalada. Enseguida abrió Iglesias. Como conocía al visitante, el dueño de casa ni dudó y salió al encuentro del recién llegado cerrando la puerta tras de sí.

Víctima. Alejandro Iglesias se había divorciado dos veces. Tenía 3 hijos.
La madre y el hermano de Iglesias, Alberto, que estaban en el interior de la vivienda, se quedaron tranquilos al ver por la mirilla quién había llegado. Hacía apenas unos minutos le habían visto la cara en Facebook. Es más, hasta oyeron cuando Alejandro le dijo en chiste: “Estás más viejo, más pelado”. Fue lo último que escucharon… Hasta el primer disparo.
Cuando Alberto se asomó a ver qué pasaba, vio cómo remataban a su hermano con otro tipo por la espalda y, también, cómo el agresor huía en la Fiorino blanca en la que había llegado. Iglesias murió en el lugar.
Fuentes policiales aseguran que los mensajes de texto en el celular de la víctima fueron claves. “Eran de la mujer de Barroso. La mujer durante el fin de semana fue citada a declarar en la comisaría de Remedios de Escalada por este tema. Ella niega que la relación con la víctima continuara y que su marido sea el autor del crimen. Dice que él se fue a trabajar. No sería raro que la acusen de encubrimiento en breve”, remarca uno de los investigadores en diálogo con Clarín.
Los amigos de Iglesias juran que los mensajes de texto de Liliana eran casi amenazantes para con Alejandro: “Le escribía que si no volvía con ella la iba a pasar mal”.
http://www.clarin.com/crimenes/hombre-muerto-marido-profugo-mensajes_0_889111258.html

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