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jueves, 11 de octubre de 2012

En brazos de la mujer bombera

Jueves, 11 de Octubre, 2012
En el blog de Arturo Pérez-Reverte: En brazos de la mujer bombera 
Las imágenes pertenecen al enlace:
- http://bomberosalcorcon.blogspot.com.es/2011_02_01_archive.html
No sé , pero prefiero que en estas cuestiones haga el trabajo alguién que se acredite capacitado, más que nada porque están en juego menudencias como salvar la vida y eso, la del bombero o bombera y la del víctimo o víctima, porque si se lía gorda y viene a rescatarte mari pili la del quinto H que mide 1.42 y le cuesta llevar la bolsa de la compra, pues, no sé, parece que la cosa no acabaría bien...
Bueno, hasta otra, les dejo, voy a ver si en la NBA o en NFL hacemos algo para cambiar las normas y me admiten, que esos ganan pasta y aquí la cosa está un poco asín...., ahí va un artículo de Don Arturo sobre el tema:

EN BRAZOS DE LA MUJER BOMBERA

Me pregunto qué habrá pasado con las bomberas murcianas. Hace unos meses, el concejal de Extinción de incendios de allí manifestó su empeño de que además de bomberos machos haya también bomberos hembra. «No pararé hasta que lo logre», afirmó públicamente el concejal en cuestión.

La cosa venía de que en las últimas oposiciones al asunto, entre seiscientos aspirantes a doce plazas se presentaron sólo seis mujeres, de las que cuatro renunciaron y las otras no pudieron pasar las pruebas físicas. Lo que me parece, con perdón, lógico. A fin de cuentas, lo del casco y la manguera y el hacha para romper puertas y los rescates colgado de una escalera o una cuerda no son cosa fácil, requieren cierta musculatura, y es normal que, salvo excepciones tipo Coral Bistuer, las tordas no estén a la altura. Lo que no quiere decir, ojo, que las mujeres no puedan o no deban ser bomberas, o bomberos, o como se diga; sino que lo normal, en un oficio que entre otras cosas requiere estar cachas, es que sean hombres quienes superen con menos esfuerzo las pruebas físicas. Tengan en cuenta que para las oposiciones bomberiles hay que realizar pruebas escritas con problemas matemáticos y temas legales y poseer conocimientos de carpintería, albañilería y electricidad, pero también es necesario superar pruebas que incluyen correr cien metros, correr mil quinientos, nadar cincuenta, levantar pesos, subir una cuerda, saltos de obstáculos y flexiones. Es natural que en esto último los hombres lleven ventaja. De cara a ciertos oficios, lo sorprendente sería lo contrario. A ver a quién iba a extrañarle, por ejemplo, que en unas oposiciones para luchador de sumo no saliera ninguna geisha.

Pero a lo que íbamos. En vista de lo ocurrido, el concejal responsable de Extinción de Incendios anunció que conseguir mujeres bomberas era una de las prioridades vitales de su departamento, sobre todo teniendo en cuenta que en España sólo hay –o había en ese momento- una mujer bombera; así que a la ciudad tenía que corresponderle, por huevos, el honor de tener la segunda. Y si salía una tercera y una cuarta, pues mejor me lo pones. La cosa era poder decir: aquí apagamos con bomberas y bomberos. Murcia siempre a la vanguardia. Así que, para facilitar ese logro histórico, la solución anunciada por el concejal fue rebajar más el nivel de las pruebas físicas exigidas a las mujeres. Y digo más porque el nivel ya se había rebajado en la oposición anterior, y aún así no triunfó ninguna gachí. O sea, que ya no se trata tanto de apagar fuegos como de cuestión de cuotas. Porque tiene razón el concejal murciano: si en España tenemos feroces caballeras legionarias, que desfilan con la cabra y le mojan la oreja incluso a las tenientes O'Neil de Bush, que no están, como nuestras rambas, en unidades de combate de primera línea sino marujeando en transportes, comunicaciones y mantenimiento, a ver por qué carajo no vamos a tener bomberas. Y oigan. Si aún rebajando las exigencias físicas no sale ninguna mujer en la próxima oposición, pues se insiste. Se sigue bajando el nivel de exigencia hasta que se consiga, al fin, meter a una. Por lo menos.

Ardo -adviertan el agudo juego de palabras- en deseos de que culmine la cosa, si es que no ha culminado ya. Así, cuando vaya a Murcia y se le pegue fuego al hotel Rincón de Pepe, entre las llamas y el humo vendrá a rescatarme una bombera intrépida. Me la imagino, y ustedes también, supongo, cogiéndome en brazos, yo agarrado a su cuello y corriendo ella sin desfallecer por los pasillos -aunque más me vale que el pasillo tenga sólo doscientos metros, que es lo que le habrán exigido a la bombera en las pruebas físicas-, apartando las brasas a patadas como una jabata, mientras nos caen alrededor vigas ardiendo y cosas por el estilo. Si eso lo hace un bombero macho, a ver por qué no puede hacerlo una pava. Luego me bajará sin pestañear y sin soltarme por una escalera de esas largas, y al llegar al suelo, como yo toseré, cof, cof, por el humo, encima se quitará el casco para hacerme la respiración boca a boca, porque aún le quedará resuello de aquí a Lima. Y después, como en todas las películas norteamericanas un minuto antes de que acaben, me preguntará: «¿Estás bien?». Guau. Qué fashion. Y todo eso gracias al concejal de Murcia.

Arturo Pérez Reverte
http://www.libertaddigital.com/foros/pre_view.php?site=forosdelibertaddigital&bn=forosdelibertaddigital_nacionalforos&key=1296231924&first=1296243003&last=1296216971

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