Reunión de los lunes

Nos reunimos todos los lunes a las 20,30 horas en la C/Vinaroz nº31, entrada por C/Pradillo, MADRID ¡TE ESPERAMOS!

jueves, 19 de julio de 2012

Reflexión de un padre separado: "El color de la sangre"

Jueves, 19 de Julio, 2012
Enlace:
- Organizaciones de mujeres piden al congreso que "la crisis no se cebe con la igualdad"
- Montalbán afirma que la custodia compartida "debe estar prohibida cuando hay violencia de género"
Desde que el Ministro de Justicia anunció recientemente la tan esperada noticia de que la CUSTODIA COMPARTIDA sería legislada en España a nivel estatal, el anacrónico lobby feminista no para de patalear. Hemos leído en prensa estos últimos días cómo la responsable del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en relación con esta noticia, decía “debe estar prohibida cuando hay violencia de género“.
Desde muy joven, adquirí la extraña costumbre de pensar, e incluso de razonar, por eso varios interrogantes me asaltaron rápidamente. ¿Y si ese padre ejerce la violencia sobre el abuelo, o la abuela, o un tío, o el vecino? ¿Y si fuera la madre la que agrediera al padre, como ocurre en tantas otras ocasiones? Pareciera como si lo grave no fuera el delito en sí mismo, sino contra quien se cometiera: una mujer.
Sabemos que existen en nuestras cárceles mujeres condenadas por delitos muy graves (incluidos los de sangre) cuyos hijos viven con ellas en la misma cárcel y bajo su custodia legal (que al parecer el CGPJ no cuestiona), habiendo habilitado la administración guarderías y servicios sociales para darles la cobertura necesaria.
¿Cuál es el hecho diferenciador entre ambas situaciones? ¿el delito? ¿el color de la sangre derramada? … ¿o quizás sólo el sexo del delincuente?
Por otra parte, no existe en nuestra legislación un catálogo de delitos que impliquen la pérdida de la custodia de un menor (o peor aún, la perdida de la Patria Potestad, como reclaman incluso estas vociferantes). No recuerdo al CGPJ pronunciarse sobre este mismo asunto en los caso de condenados por terrorismo y tantos otros execrables delitos.
Nuestro ordenamiento jurídico, en cambio, sí contempla que en aquellas situaciones donde esté involucrado un menor se le considere como el sujeto jurídico a proteger y se aplique el principio del favor fili, es decir, lo mejor para el menor. Pero desde la clase política y dirigente pareciera como si esa protección no tuviera otro objeto más que la mujer. Si no, ¿cómo es posible que estos voceadores ni siquiera contemplen el derecho incuestionable del menor a relacionarse con ambos progenitores?.
Como “observador” de la sociedad en la que vivo, donde desarrollo las mismas actividades ordinarias que cualquier otra persona (madrugar, llevar a mis hijos al colegio, acudir a la oficina, recoger a mis hijos en el colegio, hacer la compra con mi familia, compartir las obligaciones domésticas y no domésticas), no encuentro esos gravísimos desequilibrios por razón del sexo que tanto pregonan los políticos y sus adláteres. Por el contrario, contemplo a diario una sociedad moderna cuyos ciudadanos participan y se involucran con independencia de su sexo, donde existe una armonía generalizada entre ellos, por más que se detecten puntuales disfunciones que deben calificarse como ordinarias y congénitas a cualquier sociedad, y que no por ello se debe dejar de trabajar para su erradicación.
Desconozco cuáles son los mecanismos de “observación” de estos “observatorios”, pero presumo que con el paso del tiempo acusan dioptrías que debieran ser revisadas, cuando no son incapaces de enfocar adecuadamente los problemas de nuestra sociedad. Quizás, otra ineficiencia más de nuestra clase dirigente …
El título 14 de nuestra constitución no admite interpretaciones,
“Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.” Cierto es que no garantiza igualdad alguna atendiendo al color de la sangre, pero en el fondo todos sabemos cuál es su único color.
Recibido por email.

No hay comentarios: