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domingo, 27 de noviembre de 2011

Presentada en EE UU una proposición de ley que evitaría miles de divorcios al año

Domingo, 27 de Noviembre, 2011
La llaman la Ley de Segundas Oportunidades. En el 40% de los matrimonios que presentan la demanda de divorcio, al menos uno de los cónyuges cree que hay posibilidades reales de reconciliación.
  • El profesor William Doherty, un experto en relaciones de pareja, hojeaba unas estadísticas sobre divorcio cuando se encontró con un dato que lo dejó helado sobre la mesa: en el 40 por ciento de los matrimonios que presentan la demanda de divorcio, al menos uno de los cónyuges cree que hay posibilidades reales de reconciliación. Doherty, profesor de ciencias sociales de la Universidad de Minnesota y que una vez apareció en el programa de Oprah Winfried, se despegó de la mesa y garabateó unas cifras en un papel... Si solo se salvara la mitad de ese 40 por ciento de matrimonios cuasifracasados, cerca de medio millón de niños no tendría que pasar por el dolor y la angustia del divorcio de sus padres.
    Mentiras aceptadas
    A Doherty, casado desde hace 40 años, se le unió la divorciada Leah Ward Sears, expresidenta del Tribunal Superior de Justicia del estado de Georgia, la primera juez del circuito judicial de Georgia, íntima amiga del juez negro Clarence Thomas, de quien ya hemos escrito en estas mismas páginas. Entre Doherty y Sears analizaron las estadísticas de divorcios y reconciliaciones y las cruzaron con las leyes de los estados de la Unión, hasta alcanzar conclusiones incontestables que refutan las dos ideas básicas generalmente aceptadas acerca del divorcio. La primera, que la mayoría de los divorcios ocurre después de muchos años de conflicto y de una vida marital miserable. La segunda, que una vez que las parejas firman la demanda de divorcio, ya no hay posibilidad de que reconsideren la situación.
    Doherty y Sears, en lo que es un trabajo académico intachable, comprobaron que la mayoría de las parejas que se divorcian relataba que en los años anteriores a la separación, el nivel de conflicto era bajo y la felicidad matrimonial estaba dentro de los límites de la normalidad. El estudio identificaba que sólo una minoría de las parejas que se divorcian había experimentado un conflicto extremo o incluso abusos durante el matrimonio. En la mayoría de los casos, los divorciados han sido cónyuges “que se ha ido alejando el uno del otro y que han manejado muy mal sus pequeños desacuerdos cotidianos”. Tan mal, que los datos cantan que en el 40 por ciento de los matrimonios que presentan la demanda de divorcio, uno de los cónyuges cree que hay posibilidades reales de reconciliación. Pero las leyes están en su contra. Cuando la demanda se ha presentado, la llamada superautopista del divorcio de la mayoría de los estados (incluida en este caso la perversa ley del divorcio exprés aprobada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero), no ofrece salida alguna...
    No destruirse
    De nuevo cruzando todos los datos con los periodos de reflexión de cada estado, Doherty y Sears llegaron a la conclusión de que una reducción en el número de divorcios ahorraría una ingente cantidad de dinero a la Administración, además de que, como señalaron en un estudio anterior los sociólogos Amato y Booth, los divorcios de las parejas en las que la posibilidad de reconciliación era alta son los que mayor daño producen a los niños.
    Con todo lo anterior, y con el apoyo del Instituto para los Valores Americanos, Doherty y Sears han presentado a los distintos parlamentos de los estados una proposición de ley llamada de Segundas Oportunidades (Second Chances Act). La propuesta, razonada y documentada, persigue que se apruebe la obligación de dar a las parejas que se plantean divorciarse el tiempo y la formación necesaria para que la reconciliación sea una opción posible.
    Para eso, Doherty y Sear plantean tres recomendaciones específicas. La primera, la de extender el periodo de separación a un tiempo mínimo de un año. Ni siquiera haría falta presentar la demanda de divorcio (las demandas entrampan), sino que bastaría con que uno de los cónyuges remitiera una carta al otro anunciándole su decisión de considerar la posibilidad de terminar con el matrimonio. La segunda recomendación es que los cónyuges con hijos menores de edad tendrían que pasar por ley por las manos de la Administración para recibir formación específica en dos módulos: el de reconciliación y el de “aproximación no adversaria al divorcio” (para no llegar al divorcio con afán destructivo o revanchista). La tercera y última recomendación, algo más académica, es la de que las universidades creen centros de excelencia en Educación Familiar. En su exposición, Según Doherty y Sears consideran que las reformas incorporadas a la Proposición de Segundas Oportunidades podrían contribuir en gran medida a reducir tanto innecesario divorcio en los Estados Unidos”.
  • http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/sociedad/presentada-estados-unidos-una-proposicion-ley-que-evitaria-cientos-miles-di

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