Miércoles, 30 de Marzo de 2011
En los últimos cuatro años, once mil mujeres han sido víctimas de malos tratos en Galicia. Quienes más pueden contribuir a acabar con esta lacra, con la inestimable e imprescindible ayuda de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de las diversas Administraciones públicas, son las propias maltratadas. Si no denuncian su tormento desde el principio, poco se puede hacer por ayudarlas. En muchos casos solo ellas saben de su problema, pues lo ocultan por vergüenza y por miedo a posibles represalias. Las estadísticas nos indican que gran parte de las decenas de mujeres que cada año son asesinadas en España por sus actuales o pretéritas parejas, nunca los habían denunciado, a pesar de llevar, en muchos de esos casos, hasta décadas soportando brutales palizas. Para acabar con este drama se han ideado soluciones ciertamente efectivas, como el teléfono de ayuda a maltratadas, el 016, que permite que la maquinaria de protección hacia estas víctimas se despliegue con toda su eficacia y haga recaer sobre el cromañón de turno todo el peso de la ley, pues quien asesta una paliza lo hará cada vez más a menudo, hasta que ya no haya solución posible.
Ahora bien, después de los maltratadores, los mayores enemigos de las maltratadas son las mujeres que presentan denuncias falsas por violencia de género, en busca de causar el mayor daño posible a su antiguo compañero; fundamentalmente hacer que pase un mínimo de 24 horas en un lúgubre calabozo antes de ser puesto a disposición judicial, y beneficiarse de las ventajas procesales que para ella tendrá que su divorcio se sustancie en un juzgado de violencia de género, y no de familia. Con su ignominiosa actitud pueden llegar a hacer que pierda credibilidad la lucha contra este tipo de violencia.
Por dicho motivo, debemos reivindicar, el colectivo de maltratadas las primeras, que cuando un juez observe que una denuncia es falsa, remita de inmediato, y con la mayor de las energías, testimonio al Ministerio Fiscal, para que este ejercite acciones contra quienes hacen de la venganza el principal objetivo de sus vidas. La violencia machista es un tema muy grave para que algunas mujeres, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, hagan uso fraudulento de la ley que se ideó para acabar con ella.
http://www.lavozdegalicia.es/opinion/2011/03/30/0003_201103G30P14995.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario