Rodeado de pancartas con mensajes como "condenado por haber nacido" o "condenado a mantener a mi verdugo", Braojos ha recordado que su protesta se originó el 19 de diciembre contra una sentencia que le obliga a pasar una pensión a su madre de quien asegura que le maltrataba de niño y a quien no ve desde hace veinte años.
La Audiencia Provincial de Palma, en segunda instancia, falló a favor de la mujer de 66 años y dictaminó que José Antonio y su hermana le deben abonar en adelante 400 euros al mes en concepto de pensión, así como un desembolso con carácter retroactivo de casi 10.000 euros, 8.000 de los cuales tendrá que abonar José Antonio y el resto su hermana.
Braojos ha explicado que el abogado de su madre ha convocado una reunión el martes para instar a la mujer a aceptar la propuesta que hacen sus hijos de que se acoja a la pensión del estado.
"La propuesta consiste en darle 2.000 euros a ella a cambio de renunciar a nuestra pensión y acogerse a la pensión no contributiva del estado que inicialmente comenzó a tramitar", ha afirmado.
Según Braojos, de esta forma la mujer no perdería "ni un euro" solo que recibiría el dinero "por otra vía distinta a la de sus hijos".
"El problema es que esta mujer no quiere dinero, lo que quiere es someter a sus hijos, como nos sometía durante nuestra infancia y que estemos sometidos a su sombra", ha denunciado Braojos. Ha recordado que además su madre "vive mantenida por su pareja sentimental, que es 21 años más joven".
Si la mujer no acepta la propuesta, Braojos ha explicado que su vida "estará en manos de un juez o un fiscal que actúe de oficio e inste a mi madre a que acepte esa razonable propuesta".
"Si la Justicia se sigue lavando las manos como hasta ahora ha hecho, me van a dejar morir y eso será la constatación de lo poco que vale la vida de un ciudadano español para las autoridades y el sistema judicial", ha señalado Braojos.
El hombre ha manifestado su voluntad de llevar su huelga de hambre hasta el final y ha explicado que el pasado jueves, tras haber sufrido una crisis de hipoglucemia que obligó a su ingreso hospitalario, firmó la declaración de últimas voluntades ante la Dirección General de Salud, indicando que "en caso de perder la conciencia" no se le suministre ningún tipo de alimentación.
Braojos ha dicho tener "los ánimos muy altos" por estar convencido de mantener "una lucha justa que no es un problema de índole personal sino que trasciende a lo social".
El afectado reclama una modificación de la legislación que imposibilite que quienes hayan sufrido malos tratos tengan que mantener a sus maltratadores. También pide que el delito de malos tratos no prescriba a los veinte años. EFE sll
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=254962
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