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domingo, 9 de agosto de 2009

Unidos por la custodia compartida de sus hijos




Padres divorciados de la provincia crearán una asociación para exigir un cambio en la legislación porque consideran que discrimina al hombre

09.08.09 - J. MARTÍNEZ ALICANTE

La lucha por la custodia compartida de los hijos cobra fuerza en Alicante. Esta vieja reivindicación de los padres divorciados cuenta cada vez con más apoyo. En los últimos meses han proliferado las sentencias judiciales favorables a que la custodia sea compartida por el padre y la madre en caso de que los progenitores no alcancen un acuerdo, ya que hasta ahora los jueces han optado por otorgársela mayoritariamente a la mujer. Cada vez son más los jueces y fiscales que entienden que el padre juega un papel crucial en el desarrollo emocional de los hijos, especialmente en los primeros años de vida.
Los padres quieren aprovechar este cambio de tendencia para organizarse y reivindicar con más fuerza sus derechos. La plataforma Custodia Compartida Ya está contactando con ellos para constituir una nueva asociación en Alicante con todos los afectados. El objetivo es integrarse en la Federación Valenciana por la Igualdad y la Coparentalidad, que se constituyó hace un año. El portavoz de Custodia Compartida Ya, Emilio Martínez, explica que «ya tenemos muchos casos registrados en Alicante, y se están creando grupos de seis o siete padres afectados en varios municipios de la provincia». La plataforma se ha reunido este sábado con la ONG Villena Solidaria para buscar fórmulas de cooperación.
Además del respaldo de varias sentencias y estudios científicos que apuestan por la custodia compartida, los padres divorciados tienen depositadas muchas esperanzas en la nueva ley que prepara la Generalitat y que, previsiblemente, será aprobada a final de año. La normativa prevé, entre otros aspectos, establecer como criterio general la custodia compartida en todos los divorcios. La medida será revolucionaria ya que, en la actualidad, en el 97% de los casos la guarda y custodia de los hijos corresponde a la mujer en un proceso judicial.
Esta cifra se eleva al 100% cuando la mujer presenta una denuncia por malos tratos contra su pareja. Según Martínez, «la ley de violencia de género del año 2004 está pensada para proteger a la mujer frente al hombre, pero no al revés. Por ello, en el articulado de la ley se establece que si ella presenta una denuncia por malos tratos durante el proceso de divorcio, el padre no puede solicitar la custodia de sus hijos durante un periodo de dos años».
La colisión con otras leyes es el principal escollo que debe salvar la normativa que prepara el Consell, ya que tanto la ley del divorcio como el propio Código Civil establecen que con una denuncia de malos tratos -aunque ésta pueda ser falsa- es suficiente para impedir el otorgamiento de la custodia compartida al aplicarse el criterio de que prevalece el interés superior del menor. O, lo que es lo mismo, para que ésta sea concedida a la madre. Desde la plataforma Custodia Compartida Ya dan por hecho que, en caso de aprobarse la ley valenciana, el Gobierno central la recurriría ante los tribunales.
Por ello, los padres divorciados exigen una reforma de la ley de violencia de género que sea igualitaria, que reconozca los mismos derechos para los progenitores independientemente de su sexo. De «escándalo nacional» tilda Martínez las "miles de denuncias falsas por malos tratos presentadas cada día por las madres con el único objetivo de quedarse con los hijos".
Custodia Compartida Ya ha mantenido dos reuniones con el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, para perfilar el contenido de la nueva ley. La plataforma pide incluir en la normativa la obligatoriedad de la mediación familiar antes de iniciar un proceso judicial. La propuesta consiste en que un mediador profesional e independiente elabore un informe que sea vinculante ante el juez, ya que ante los tribunales el padre habitualmente tiene las de perder.
http://www.lasprovincias.es/valencia/20090809/alicante/unidos-custodia-compartida-hijos-20090809.html



«Mi hija tiene igual derecho a estar conmigo que con su madre»
EDUARDO VÍLCHEZ LÓPEZ09.08.09 - J. M. ELCHE

Eduardo tiene 29 años. Se casó en agosto de 2007 y, diez meses después, se separó de su mujer. Tiene una niña, Julia, de nueve meses. Desde entonces lucha por el derecho de su hija a tener un padre. Según su testimonio, ante la negativa de la madre a aceptar un mediador opta por solicitar la custodia de su hija. Para ello pide una prueba pericial con el fin de que un especialista avale la idoneidad de Eduardo para obtener la custodia.
La prueba pericial recoge textualmente que «se considera como más adecuado establecer una custodia compartida basada en la coparentalidad para garantizar la relación con ambos padres». Siempre según la versión de Eduardo, la jueza reúne a los padres y dice aceptar el informe del perito pero, posteriormente, rectifica y le reduce el régimen de visitas en contra del criterio del fiscal y del estudio pericial.
La jueza ha establecido un régimen de visitas diarias por razones biológicas durante el primer año, que después tendrá que ser revisado. Eduardo, como tantos otros padres, teme que, una vez transcurrido ese tiempo y si no hay acuerdo, la custodia sea para la madre. El afectado denuncia que «hasta la Ley de Protección Integral de la Infancia de la Comunidad Valenciana reconoce que, en casos de separación, el niño tiene que tener una convivencia igualitaria con los padres si ambos muestran voluntad y aptitud. Por tanto, mi hija tiene derecho a estar conmigo igual que con su madre».
http://www.laverdad.es/alicante/20090809/provincia/hija-tiene-igual-derecho-20090809.html

1 comentario:

Cayetano Sánchez Reyes dijo...

Ante todo, los jueces y la legislación, deben defender el derecho de los hijos a ser educados y criados en condiciones de igualdad por ambos progenitores, y a la vez defender el deber de los progenitores a educar y criar a sus hijos. Ese debe ser el punto de partida para asegurar el bienestar del menor y al mismo tiempo sentar las bases de una sociedad igualitaria, donde la igualdad es un derecho y un deber.